Brillar en la rutina

October 5, 2023
Julio Calo

El lunes comienza con el zumbido insistente del celular, el aroma del café recién hecho y una lista de correos que amenaza multiplicarse. Andrea es ingeniera industrial, conduce entre el tráfico mientras enumera mentalmente sus pendientes. Todo parece tan mecánico que se pregunta si su labor puede reflejar algo del reino de Dios. Entonces recuerda las palabras de Jesús: “Ustedes son la luz del mundo… Así debe brillar su luz delante de los demás, para que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo” (Mateo 5:14-16, RVC).

Un par de horas más tarde, el sistema de la empresa colapsa y el ambiente se llena de frustración. Andrea decide preparar una jarra extra de café para el equipo mientras los de TI resuelven el problema. No predica un sermón ni lanza una campaña motivacional; solo un gesto sencillo que inyecta calma. Mientras reparte las tazas, otro verso ilumina su mente: “Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero” (Salmos 119:105, RVC). Descubre que cada decisión alineada con la Escritura —por pequeña que parezca— se convierte en un destello que indica el camino a los demás.

La mañana termina sin aplausos, pero con conversaciones más amables y sonrisas que antes no estaban allí. En el estacionamiento, un compañero le confiesa que necesitaba aquel empujón de ánimo para no rendirse. Andrea conduce de regreso a casa convencida de que la rutina no es enemiga de la fe; es el escenario donde la luz brilla con mayor contraste.

Al estacionar, reflexiona en su especialidad: la electricidad es invisible hasta que alguien acciona un interruptor. De la misma manera, el poder del evangelio permanece oculto hasta que obedecemos. Esa chispa cotidiana puede iluminar las dudas de un colega, la tristeza de un vecino o el cansancio de tu propia familia. No subestimes el resplandor de un corazón disponible para obedecer al Señor; la rutina se convierte en púlpito cuando la llenas de actos de amor.

Oración
Señor Jesús, gracias por confiarme la misión de ser luz donde me has plantado. Abre mis ojos para ver las oportunidades escondidas en lo cotidiano y dame valentía para expresar tu amor con gestos concretos. Que quienes me rodean descubran tu bondad a través de mis palabras y acciones. Hazme brillar, incluso en los detalles aparentemente insignificantes. Amén.


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